LA NOTICIA DIGITAL, DUBÁI.- María Rubert llegó a Emiratos Árabes Unidos hace 13 años para buscar trabajo como abogada.
A día de hoy tiene su propio bufete y se ha hecho un hueco en el arbitraje internacional, asesorando a clientes hispanohablantes y de Oriente Medio, y cree que no habría tenido las mismas oportunidades en Occidente.
En una entrevista con Efe en Dubái, la abogada afirma que fue la mujer más joven en defender un caso en el Centro Internacional de Arbitraje de Dubái (DIAC, de sus siglas en inglés), cuando acababa de aterrizar y empezar su carrera en Emiratos.
«Nada más cumplir los 30 me hicieron socia en un despacho suizo y recibí mi primer caso como árbitro en la DIAC», recuerda Rubert, afirmando que en Europa o América «esto no hubiera sido posible».
«No creo que a los 30 raspados se me hubiera dado un caso en una cámara arbitral líder» como la de Dubái, donde tienen su sede muchos bufetes internacionales.
MUJER Y EXTRANJERA
«No creo que haya más dificultades para las mujeres en Emiratos, en absoluto», afirma Rubert, quien asegura que cada vez hay más jueces y fiscales mujeres emiratíes, y también algunas abogadas en el sector privado.
Como ella, hay muchísimas mujeres extranjeras que ejercen de abogadas en el país árabe y todas las que practican arbitraje son extranjeras, según esta valenciana, quien considera que ser mujer o extranjera no juega en su contra.
«Emiratos es un país que reconoce el esfuerzo y premia al profesional, sea cual sea su género», asegura.
Desde el Consejo de Negocios de Mujeres de Dubái apoyan a aquellas que, como Rubert, desean emprender y, además, ser madres, en un país donde la ley estipula sólo 45 días de baja por maternidad. Ella participa en este organismo gubernamental como instructor en un programa para mujeres que «quieren abrirse camino».
«Las mujeres que hemos sido madres encontramos gran apoyo en esta institución con la compartida creencia de que al convertirnos en mamá nos hacemos mejores profesionales», asegura la abogada.
SU PROPIO BUFETE
Hace menos de un año tuvo un bebé y este 2021 dio a luz a su propio bufete de abogados: «Rubert & Partners«, especializado en arbitraje y servicios corporativos en Emiratos Árabes Unidos (EAU), y con presencia también en Egipto, Arabia Saudí y Catar.
Se dirige especialmente a clientes de habla hispana, aunque ofrece servicios legales en inglés, español, francés y árabe. Su estrategia es clara: dar un servicio con estándares occidentales, teniendo en cuenta al mismo tiempo las idiosincrasias y particularidades locales y regionales, tal y como explica a Efe.
«En la región hay una forma muy particular de hacer las cosas. No vamos a crear un nuevo sistema, el servicio es europeo pero las reglas tienen que ser las de aquí», remacha.
Señala que el sistema judicial de EAU no es parcial a favor del Gobierno, pero existen otras dificultades en este país del golfo Pérsico: por ejemplo, tener que hablar árabe, por lo que los abogados extranjeros como ella tienen que estar representados por un local o una firma emiratí.
UN PAÍS DE RETOS Y OPORTUNIDADES
Sin embargo, dice estar encantada por los «retos diarios» a los que hace frente en EAU, donde la forma de practicar el derecho es más creativa y menos de manual respecto a España o Estados Unidos, donde Rubert estudió.
«Aquí todo es posible y siempre hay una forma de obtener lo que tus clientes necesitan», afirma, incluso puedes explicar a las autoridades las circunstancias de cada uno y estas pueden hacer «excepciones»
Además, «España tiene un 21 % de IVA y los clientes odian eso!».
Antes de la pandemia de la Covid-19, Rubert trabajaba entre su tierra natal -Valencia-, Dubái y El Cairo, pero ahora se ha establecido en Emiratos, uno de los países más avanzados en la tasa de vacunación contra el coronavirus en todo el mundo.
«Mirando hacia atrás, creo que tomé decisiones arriesgadas mudándome a EAU sin trabajo y con fondos limitados para mantenerme. A veces estar al límite saca lo mejor de ti y siempre se cae de pie si se tiene la preparación», dice confiada. Fuente:EFE