LA NOTICIA DIGITAL, SANTO DOMINGO.- El empresario y economista Luis Abinader, virtual ganador de las elecciones presidenciales de la República Dominicana, estrenará por primera vez en su vida un cargo público con la promesa de “cambiar radicalmente” la manera de gobernar en este país caribeño de 10 millones de habitantes.
Candidato del opositor Partido Revolucionario Moderno (PRM), Abinader se ha dedicado toda su vida a trabajar en el grupo empresarial Abicor, controlado por su familia, con el que ha hecho fortuna, según se vanagloria, sin haber firmado ni un solo contrato con el Estado.
El triunfo de su candidatura, pronosticado por las encuestas de mayor credibilidad, pone término a 16 años consecutivos en el poder del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), y por primera vez da al PRM -fundado en 2014- las riendas del Gobierno.
UN EMPRESARIO ABURRIDO
Descendiente de inmigrantes libaneses, Abinader se define a sí mismo como “aburrido” y admite que debería ser más “emocional” a la hora de dirigirse a las masas.
Este acaudalado empresario, quien cumplirá 53 años el domingo próximo, era hasta hace poco presidente del grupo Abicor, empresa familiar dueña de una universidad, de una de las principales fábricas de cemento del país y de varios proyectos inmobiliarios.
“Me considero un emprendedor exitoso, pues fundé varios hoteles y una fábrica de cemento. En un momento dado teníamos más de 1.300 habitaciones hoteleras en el país, solo superados por los inversionistas españoles”, dijo Abinader en una entrevista televisiva.
Reveló que su familia se deshizo de los hoteles a través de un “muy buen negocio” y que él de manera particular dejó la presidencia del grupo para dedicarse por completo a la política.
Antes de iniciar su carrera profesional, estudió finanzas corporativas e ingeniería financiera en la Universidad de Harvard y de gerencia avanzada en Dartmouth College en New Hampshire.
Casado con la también descendiente de libaneses Raquel Arbaje, el matrimonio procreó tres hijas.
ÉXITO A LA SEGUNDA
A la segunda fue la vencida para Abinader, ya que hace cuatro años fue derrotado en las elecciones generales por el actual gobernante dominicano, Danilo Medina, quien ganó la reelección, un resultado que el hoy presidente electo nunca reconoció al considerarlo fraudulento.
En esa ocasión trajo al país al exalcalde de Nueva York Rudy Giuliani, a quien presentó como su asesor en materia de seguridad.
Su primera experiencia como candidato fue en 2005 cuando intentó ser nominado a senador del Distrito Nacional por el Partido Revolucionario Dominicano (PRD), organización en la que militó hasta que, junto al expresidente Hipólito Mejía (2000-2004) fundó el PRM, tras diferencias “irreconciliables” con el presidente de ese partido, el hoy canciller dominicano, Miguel Vargas Maldonado.
“No le doy un ‘chele’ (centavo) a nadie (…) esa no es mi forma de hacer política. El que quiera dinero sin trabajarlo ni justificarlo que se busque a otro candidato a la Presidencia”, dijo Abinader en otra entrevista por televisión.
PROMESAS DE CAMBIO
Su lema de campaña fue el “cambio”, dirigido a combatir la corrupción y la impunidad, reestructurar el gasto público, crear empleos, cuidar el medioambiente, relanzar la economía, mejorar los cuestionados estándares de educación y reforzar la seguridad ciudadana.
Abinader ha reiterado en numerosas ocasiones que nombrará a una persona sin ataduras políticas al frente de la Procuraduría General de la República con el propósito de adecentar la Justicia, y ha advertido de que desde el poder gobernará “sin familiares, parientes ni amigos” cuando se trate de combatir la corrupción.
También ha dicho no ser partidario de la reelección, permitida por la Constitución. Considera que el mejor sistema es gobernar por un período y tener la posibilidad de volver a ocupar el poder en otro cuatrienio no consecutivo.
Desde el Gobierno ahora tendrá la oportunidad de poner en práctica sus promesas de campaña y, lo más importante para los dominicanos, sacar a flote la economía del país, sacudida seriamente por la pandemia de la COVID-19, enfermedad que el propio Abinader, su esposa y dos de sus hijas superaron hace pocos días.
Fuente: EFE